Por qué estamos hasta el coño de la iglesia

Estamos indignadas por la visita del papa a Madrid este agosto.

Y no usamos la palabra de moda por apuntarnos al carro sino porque es inadmisible que un estado teóricamente laico y aconfesional financie, de manera directa e indirecta, la visita del representante de una institución como la iglesia católica. Entendemos que cada persona puede creer en lo que más le apetezca pero el problema es que, hoy día, la iglesia católica es:

– Una institución sexista y patriarcal, que considera que las mujeres y sus cuerpos están al servicio de la reproducción de la especie, negando el derecho al aborto libre y gratuito y al disfrute de una sexualidad plena.
– Una ideología que, a contracorriente de todas las institituciones internacionales, considera que la homosexualidad es una enfermedad pero no se preocupa por atajar la homofobia.
– Culpable de la extensión de la pandemia del VIH/Sida y de la muerte y sufrimiento de millones de personas, especialmente en África, al rechazar el uso del preservativo.
– Cómplice y encubridora de los crímenes de sus “empleados”, los curas pederestas que se aprovechan de su situación de poder.
– Una institución que niega la posibilidad de una muerte digna y ensalza el sufrimiento físico y el dolor.
– Una jerarquía compuesta exclusivamente por hombres con ansias de poder político y económico que, de forma hipócrita e interesada, oscilan entre interpretaciones literales de los textos bíblicos o adaptaciones a los tiempos de la economía financiera globalizada.

El acto privado de una institución que promueve estos valores discriminatorios y trata de imponer su punto de vista sobre el conjunto de la sociedad recibe un trato de favor por el que todas las personas, ateas, laicistas o de otras confesiones religiosas, vamos a poner dinero y sufrir sus consecuencias.

Por todo esto, y muchos otros motivos que se te pueden ocurrir, estamos hasta el coño de la iglesia católica, en general, y de la visita de su representante en agosto, en particular.

4 comentarios

  1. no solo no se preocupa por atajar l homofobia,sino que la fomenta entre sus fieles y quienes no lo son. si hay algo que me revienta de esta gente es que pretenden y ademas tambien lo creen, que todo el mundo piense como ellos. de ahi el infundir miedo. porque son la verdadera «cultura»del miedo.

  2. Una síntesis muy buena de lo que son con su hipocresía y su doble moral.

    Solo añadiría que es toda una paradoja que quién «nunca» tuvo sexo o no debería haberlo tenido por autoimposición estúpida, se atreva a sentar dogmas sobre ello.

    Y todavía más fuerte, que quién nunca será madre, pretenda decidir sobre la libertad de una mujer a serlo o no.

    No a la visita! no con nuestro dinero y todavía menos con nuestro beneplácito! Que se quede en su palacio de cristal y no salga!

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