El manifiesto de los hombres

Jueves 23 de abril de 2009 | Ben Atherton-Zeman define una nueva masculinidad libre de abuso.

La nación se quedó atónita esta semana cuando un niño de 11 años, Nestor Herrera, fue asesinado a puñaladas por otro niño de su edad a la salida de una sala de cine en Springfield. Los telediarios y noticieros señalaban que Herrera iba a ese cine con una chica con la que quería salir el chico que le asesinó. “Ese chaval estaba celoso y se ha vuelto loco” dijo Ángel Herrera.

En los últimos años, se ha venido describiendo este tipo de sucesos como «violencia juvenil» más que  lo que es realmente: violencia masculina. Con la excepción de Columbine, todos los tiroteos de los últimos años han consistido en algún tipo de violencia de pareja -generalmente una chica no saldría con uno de los chicos. Con la excepción de la columna del Boston Globe de Jackson Katz y Sut Jhally, los analisis en los medios de comunicación sobre estas tragedias omiten sistemáticamente este punto importante.

Yo también fui a una Escuela Secundaria en Springfield, y aprendí muchas cosas ahí y en otros lugares sobre lo que significa ser un hombre. Tuve buenas lecciones: se duro con tus opiniones, lucha contra la injusticia, toma la iniciativa en lugar de echarte para atrás, y cosas por el estilo. Pero hubo tambien algunas lecciones de las que podría haber prescindido: ten siempre pareja, siempre ten el coche más grande y gana el máximo de dinero posible, no muestres sentimientos de vulnerabilidad. Si una chica no quiere besarte, bésala tu mismo realmente bien y se «derretirá». Si tu novia no hace lo que»debería», está bien ponerla en «su lugar». Y si está saliendo con alguien distinto, tienes derecho a mostrar tu rabia celosa e incluso homicida contra esa otra persona o contra ella.

Todos los tios populares de la Escuela Secundaria de Springfield, al igual que en otras escuelas a las que asistí, encarnaban estas cualidades. Eran tios como el que yo quería ser e iintenté con todas mis fuerzas parecerme a lo que Katz denomina “estilo duro”. Estos mismos modelos los encontraba en las series de TV, las peliculas, y en la cultura popular. Cualquier tio que se desviara de ello sería despreciado como una mariquita, gay y media-nena afeminada (lo peor que te podían llamar siendo un adolescente, lo que es un problema en sí).

Pues bien, soy de los que están harto de ello. Una de las razones  por las que nuestros hijos matan es porque les hemos motivado para hacerlo. Una de las razones por las que nuestros hermanos y nuestros padres han abusado de sus mujeres, novias y compañeras y porque no hemos dicho -con una sola voz- que esto no te convierte en más hombre. Necesitamos hacer más para cambiar lo que significa ser hombre, lo que significa ser uno de los tíos populares y respetados. Y para este fin propongo el siguiente manifiesto de los hombres.

Nosotros seremos nuestros propios roles y modelos, y los modelos y roles para otros hombres y niños. Al rechazar algunos de la masculinidad tradicional, abrazaremos aquello que es útil para nosotros y en ocasiones  crearemos nuevas definiciones de lo que significa ser un hombre.

Nosotros, chicos y hombres reclamamos el derecho a definir lo que es “molón”. No tiene por qué ser la frialdad,  la dureza, los celos y la posesividad excesiva. Declaramos que lo que es “cool”  es ser en ocasiones duro, y vulnerable en otras. Declaramos que es “cool” apoyar a las mujeres (y a los hombres) con los que salimos desde la libertad y la independencia – declaramos que el amor no va de control, y que el sexo no va de coercion.

Nos levantaremos contra la injusticia. Lucharemos contra ella, y escucharemos sin barreras a la defensiva cuando se apunte hacia nosotros. Escucharemos los efectos de nuestras acciones en lugar de escondernos detrás del «No era mi intención» y no nos quedaremos en «las intenciones». La fortaleza de un hombres no se medirá únicamente por cuantos discos de pesas podemos levantar, sino con qué calidad podemos escuchar.

No usaremos calumnias homofóbicas, sexistas o racistas para ganar ninguna partida. Y cuando se nos espute que somos unas mariquitas, nenazas, afeminadas, nos lo tomaremos como un cumplido.  La fortaleza como hombre no se medira en contraposición a las mujeres ni las cosas femeninas, sino en unión con aquello que es femenino.

Seremos hombres de esta forma con valentía, en silencio, sin pedir disculpas y con orgullo. Compondremos canciones country, rap y rock con estas voces. Criaremos y educaremos a nuestros hijos  así, y educaremos y criaremos a nuestras hijas para que sean fuertes y asertivas. Rechazaremos y no aceptaremos que otros digan que esta no es la forma de ser un hombre – esta es tu forma de ser hombre, y no vamos a negar nuestra masculinidad definida por nosotros mismos.

Estamos hartos de la violencia en la relación de pareja. Los hombres homosexuales, bisexuales, las lesbianas y la gente transgenérica tiene el derecho a disfrutar de sus relaciones con libertad y sin violencia ni coerción. Dado que la mayor parte de la violencia en la pareja la ejercen hombres para controlar a sus parejas mujer, nos comprometemos a nunca cometer, tolerar o permanecer en silencio ante esta violencia. Elegimos respetar, escuchar a, buscar la igualdad con y compartir el poder con las mujeres de nuestras vidas. Animamos a otros hombres a hacer lo mismo.

Nestor Herrera no tenía que haber muerto. El chico agresor podía haber acudido a sus amigos para hablar sobre los celos que estaba sintiendo, la frustración que le suponía que su chica amada saliera al cine con otro chico y no con él. Debemos estar al lado de estos chicos antes de que estas cosas ocurran, y estar con ambos mientras definimos con audacia una nueva forma de masculinidad.

Ben Atherton-Zeman es un portavoz de NOMAS, la Organización Nacional (EEUU) de Hombres contra el Sexismo, www.nomas.org. Puedes contactarle en benazeman[at]hotmail.com. Este artículo fué publicado por primera vez en el Metrowest Daily News, Framingham, MA, USA.

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